Hasta la fecha, se han publicado muy pocos estudios a nivel nacional sobre la forma en que los servicios de salud mental están abordando las pandemias actuales. En el presente documento se informa de los datos obtenidos de una encuesta relativa al sistema italiano de salud mental realizada durante la primera fase de la epidemia de Covid-19.

Métodos

Se enviaron dos cuestionarios en línea relativos a los Centros Comunitarios de Salud Mental (CMHC) y a las Salas Psiquiátricas de los Hospitales Generales (GHPW), respectivamente, a los jefes de todos los Departamentos de Salud Mental de Italia. El análisis estadístico se llevó a cabo mediante la prueba de Chi cuadrado con corrección de Yates o la prueba de Fisher Exact, según fuera necesario.

Resultados

Setenta y uno (52,9%) de los 134 MHD y 107 (32,6%) de los 318 GHPW devolvieron los cuestionarios completados. Menos del 20% de los CMHCs estaban cerrados y aproximadamente el 25% había introducido horas de acceso restringido. Se informó de un cambio sustancial en el modo de funcionamiento estándar de los CMHC, en el que sólo se han realizado intervenciones psiquiátricas urgentes, tratamientos obligatorios y consultas para personas encarceladas, sin que se haya producido ningún cambio. Todas las demás actividades se habían reducido en cierta medida. Se habían establecido contactos remotos con los usuarios en alrededor del 75% de los casos. Se informó de casos de positividad de COVID tanto para los miembros del personal (aproximadamente el 50% de los CHMC) como para los usuarios de los servicios (52% de los CHMC). El 20% de los CHMCs informaron de casos de aumento de agresividad o violencia entre los pacientes de la comunidad, aunque sólo el 8,6% se refería a casos graves. Surgieron problemas importantes en relación con la disponibilidad de equipo de protección personal (EPP) para los miembros del personal. Se registró un número reducido de BPH (-12%), camas (aprox. -30%) y admisiones (87% de BPH). El 8% de las PSCP informó de un aumento de las admisiones obligatorias y de la tasa de violencia hacia sí mismo o hacia otros entre los pacientes hospitalizados. En el 50% de los casos se hicieron frotis de los pacientes. El 60% de las BPAs registraron el ingreso en las unidades generales de COVID-19 de pacientes psiquiátricos sintomáticos COVID+ no graves, mientras que los pacientes psiquiátricos graves COVID+ que no colaboraban fueron admitidos en las unidades de BPAs "COVID-19" específicamente creadas o en áreas aisladas de los pabellones adaptadas a propósito para el alcance.

Conclusiones

La pandemia ha dado lugar a una drástica reducción de los niveles de atención, lo que puede producir un grave impacto en la salud mental de la población en relación con las consecuencias de la crisis económica prevista y de la segunda ola en curso de la pandemia.

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