Se confirmaron unos 83.000 pacientes de COVID-19 en China hasta mayo de 2020.

En medio de las bien documentadas amenazas a la salud física, los efectos de esta crisis de la salud pública -y los variados esfuerzos para contener su propagación- han alterado el funcionamiento diario "normal" de los individuos. Estos impactos en el bienestar social, psicológico y emocional siguen estando relativamente inexplorados, en particular las formas en que los hombres y mujeres chinos experimentan y responden a los posibles factores de estrés en el comportamiento. Nuestro estudio investigó las diferencias entre sexos en cuanto a estrés psicológico, reacciones emocionales y respuestas conductuales a COVID-19 y amenazas relacionadas entre los residentes chinos.

Methods

A finales de febrero (2020), se difundió un cuestionario anónimo en línea a través de WeChat, una popular plataforma de medios sociales en China. El estudio transversal utilizó una "bola de nieve" no probabilística o un muestreo de conveniencia de residentes de varias provincias y regiones de China. Se midieron las características demográficas básicas (por ejemplo, la edad y el sexo) - junto con las disposiciones y condiciones de vida en las residencias - junto con el estrés psicológico y las respuestas emocionales a la pandemia de COVID-19.

Resultados

Se devolvieron 3.808 cuestionarios: 1.749 mujeres (56,6%) y 1.339 hombres (43,4%). El nivel medio de estrés, medido por una escala analógica visual, fue de 3,4 (SD = 2,4) - pero difirió significativamente según el sexo. Además del sexo, los factores positivamente asociados con el estrés incluían: edad (< 45 años), empleo (ingresos inestables, desempleo), riesgo de infección (exposición a COVID-19, observación médica completa), dificultades encontradas (enfermedades, trabajo/estudio, financieras, mentales), y comportamientos relacionados (mayor deseo de conocimiento de COVID-19, más tiempo de preocupación por el brote de COVID-19). Los factores "protectores" incluían el contacto frecuente con los colegas, la calma del estado de ánimo en comparación con el pre-pandémico, y la resistencia psicológica. Los hombres y las mujeres también difirieron significativamente en cuanto a la adaptación a las condiciones actuales de vida/trabajo, la respuesta a la fiebre y la necesidad de servicios de apoyo psicológico.

Conclusiones

El estrés autodeclarado de los residentes chinos relacionado con la pandemia COVID-19 estaba significativamente relacionado con el sexo, la edad, el empleo, la resistencia y los estilos de afrontamiento. Las respuestas futuras a esas amenazas a la salud pública tal vez deseen proporcionar apoyos apropiados al sexo y/o la edad para la salud psicológica y el bienestar emocional de quienes corren mayor riesgo de sufrir estrés.

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